Si hay un país que tiene escasez de mano de obra es Japón. Esto sólo puede solucionarse atrayendo trabajadores de países extranjeros. Aunque Japón necesita 17 millones de inmigrantes para mantenerse en el camino del desarrollo en las próximas décadas, no sería fácil para el país reformar sus actuales leyes de inmigración, dice Valery Kistanov, un experto en asuntos japoneses. El desafío es que Japón es un país bastante unidimensional, que tiene que hacer frente a los cambios que está trayendo la globalización. Esto significa que los japoneses tienen que adaptarse a una nueva forma de vida, como aceptar personas de diferentes culturas y abrazar nuevas tecnologías. Hasta el momento, el único número sustancial de inmigrantes en Japón proviene de Corea. Radio Sputnik cita a Kistanov diciendo que los ciudadanos japoneses tendrían que acostumbrarse a ver a jóvenes paramédicos de Filipinas e Indonesia. El inconveniente, sin embargo, es que los empleadores en Japón prefieren contratar nativos que no perturben las tradiciones y la cultura del país. Alexander Panov, ex enviado de Rusia a Japón, considera que es poco probable que Japón siga los pasos de la UE al fijar cuotas obligatorias de inmigrantes. Los japoneses no pueden ser presionados allí, añade. Panov añade que no confiaba en que Japón aceptara a los trabajadores inmigrantes en un futuro próximo. Pero los indios están haciendo sentir su presencia en la nación del este de Asia, aunque de manera marginal. Si está dispuesto a migrar a Japón, visite Y-Axis, que le ofrecerá asistencia y orientación para solicitar una visa de trabajo.