LONDRES: Es posible que los pacientes tengan que presentar un pasaporte para demostrar su estatus de residencia cuando requieran atención hospitalaria en Inglaterra, según las nuevas directrices gubernamentales destinadas a tomar medidas drásticas contra el turismo de salud, que le cuesta a la economía 2 mil millones de libras al año.
Las normas del Departamento de Salud exigen que todos los pacientes respondan preguntas sobre su situación de residencia en Gran Bretaña siempre que busquen acceder a un nuevo tratamiento.